Orhan Pamuk nos ofrece en La casa del silencio los cien últimos a?os de historia del pueblo turco. Fatma, acompa?ada por el enano Recep, hijo ilegítimo de su difunto marido, un médico fracasado, alcohólico y aperturista, vive aún en la casa a la que se trasladó cuando ambos decidieron abandonar Estambul iniciada la revolución de 1908. Sus hijos han muerto pero tiene tres nietos que la visitan cada verano.