Una nave espacial privada ha llegado al corazón de un ignato infundibulum cronosinclástico. Como resultado un excéntrico millonario acaba diseminándose en el tiempo y en el espacio a lo largo de una espiral. Los cuerpos solares, cada vez que éstos interceptan la espiral, pueden ver a la vez todos los aspectos de la verdad, convirtiéndose así en una especie de semidiós.